A las 08:00 empezamos el itinerario por la carretera que va por la costa del sur de la isla. Se ve mucha vegetación, campos con ovejas y de vez en cuando algún wallabie atropellado por el arcén. Da un poco de impresión ya que se ven bastantes, además el límite de velocidad es de 110km/h y así no hay mucha opción de esquivar nada. Por suerte, a nosotros no se nos ha cruzado ninguno por ahora.
Hacemos una primera parada en Seal Bay donde hay una colonia de leones marinos. Entramos al «Visitor Centre» con la intención de hacer un paseo por la pasarela que hay junto a la playa, ya que para ver a los animales en la arena hay que hacer un tour guiado el cual por supuesto hay que pagar. La chica que nos atiende nos dice que la pasarela también es de pago, $16 por persona. Habiendo visto y nadado junto a leones marinos en las Galápagos y además gratis, nos parece un poquito abusivo lo de pagar por verlos desde la lejanía, por lo que nos marchamos al siguiente punto de la ruta.
Paramos en Little Sahara para caminar por unas dunas de arena. También se pueden hacer actividades como snowboard, bicicletas y quads. Nos damos por satisfechos con un pequeño paseito y con subir alguna duna para hacer unas fotitos del paisaje.
Conduciendo hasta el siguiente punto, algo cruza lentamente la carretera, es un erizo «trompetilla» (echidna). Paramos y Sandra baja rápidamente del coche para intentar fotografiarlo pero el animalito se esconde entre la maleza. Consigue hacerle una foto a punto de desaparecer entre los matorrales.
Seguimos hasta Point Ellen. Es un lugar muy bonito, las rocas tienen unas formas espectaculares y el rugir del océano es impresionante. Se forman algunas piscinitas de agua transparente entre las piedras que se van llenando y vaciando de espuma cuando rompen las olas. Merece la pena acercarse a dar un paseo.
Paradita express en Hanson Bay para se puede ver la desembocadura de un río. No es para deleitarse demasiado, cuatro fotos y nos vamos enseguida.
Sobre las 13:30 llegamos al Western K.I. caravan park donde tenemos reservada una cabañita para dos noches ($140 la noche). Es caro pero está muy cerca del parque nacional Flinders Chase.
Estamos un rato esperando en recepción y al poco aparece una chica que nos da las llaves. La cabaña está muy bien, tiene cocina y un gran salón que no vamos a aprovechar mucho. Tienen cabañas más pequeñas pero cuando hicimos la reserva ya no había disponibles. Nos hacemos unos sandwiches y nos vamos al parque nacional. En el camino nos encontramos más wallabies, y otro equidna que se queda con la cabeza escondida entre los arbustos.
En el «visitor centre» preguntamos por las caminatas y la mujer que nos atiende nos dice que en esa tarde lo podemos ver todo. No me fastidies, pero si tenemos casi dos días aquí!!! Le insistimos con que nos de más opciones y casi que se las temnemos que decir nosotros de lo que hemos leido en internet. Al final nos recomienda el «Heritage walk» que es un camino circular cortito que sale desde el «visitor centre», en el que se pueden ver bastantes animalitos, y el resto de caminos que son los que nosotros le hemos comentado los haremos mañana.
Pagamos una entrada de dos días por $16 cada uno, que luego comprobamos que no servían para nada. Igual es porque es invierno, pero en ningún sitio nos han pedido nada y tampoco hemos visto ningún coche con el papelito de la entrata que hay que pegar en el interior del parabrisas.
En el «Heritage walk» vemos canguros, wallabies, patitos y pajaritos de colores.
Se pone a llover pero bien, con lo que nos volvemos a la cabaña.
Una vez en el camping, al mejorar un poco el tiempo, decidimos dar un paseo por uno de los caminos del recinto. Este camping es descoumunal y tiene un terreno enorme, además de la zona de las cabañas y acampada. En este caminito vemos muchos wallabies, muchos más que en el propio parque. Continuamos, dentro del camping, por el otro camino que va hacia un lago (Becky’s Lagoon Bay). Este camino es increíble, hay muchísimos wallabies, canguros, pájaros de colores, ovejitas, patos, cisnes negros en el lago y mucho más, esto parece un parque nacional. Paseamos hasta que se hace de noche.
Volvemos a la cabaña a hacer un poco de blog, a cenar y a dormir.
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