Vamos a ver la zona de Higashiyama. Es uno de los lugares más bonitos de Kyoto porque está lleno de parques, templos, barrios tradicionales, calles empedradas, etc.
Hacemos un recorrido de sur a norte viendo los siguientes puntos:
– Templo Kiyomizu-dera,
– Calles empedradas san-nenzaka, ninen-zaka e ishibe-koji,
– Templo Kodai-ji,
– Templo Chion-in,
– Templo Shoren-in,
– Complejo de santuarios Heian-jingu,
– Templo Honen-in,
– Templo Ginkakuji (el templo plateado), y
– Templo Nanzen-ji.
Un no parar de ver templos. Son bonitos pero al final te saturas un poco, ya no distingues cual es cada uno.
De todas formas, nos gustan todas estas cosas de templitos rodeados de jardines y de tranquilidad.
Además, pasear por las calles empedradas es como pasear por Japón en una época anterior, y si encima ves unas geishas deambulando por ahí, es como si te hubieras trasladado en el tiempo.
Entrada al templo Kiyomizu-dera.
Vista del templo Kiyomizu-dera.
Templo Kiyomizu-dera.
Descanso tomando un helado de hielo picado con fresa.
Calle empedrada Ishibei-koji.
Dos geishas que vimos paseando.
Templo Kodaiji.
Meditando en el templo Shoren-in.
Limpiándonos las manos an la entrada del templo Heian-jingu.
El templo plateado que, como bien se aprecia en la foto, ¡está en obras!
Damos una vuelta de noche por la estación de tren, viendo las luces de la ciudad, y nos vamos al futon a descansar.
La torre de Kyoto de noche.
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