Toca volver al Gran Palacio y al «Wat Phra Kaew» que se encuentran en el mismo conjunto de edificaciones. Aunque ya estuvimos en Tailandia hace unos años y lo vimos, es una de las cosas que más nos gustó de Bangkok. Así que hemos ido a hacer unas cuantas foticos.
No había mucha gente, en comparación a la otra vez y los hemos visitado con tranquilidad.
Hacía un calor enorme, como suele hacer por estas latitudes y una humedad tremenda, con lo que se suda con poco esfuerzo.
Íbamos en pantalones piratilla, como solemos ir en estos viajes para que corra el aire. Los míos eran algo más largos y me han dejado pasar;
Sandra se ha tenido que poner una falda larga que prestan para estos casos y una camisilla con mangas (porque iba en tirantes) que ya llevaba por si acaso.
Me he tenido que poner el gallumbo (el que le gusta a Jorge) en la cabeza para que no me diera una insolación, aún así mis brazos y el cuello de Sandra se han quedado bastante rojos.
Le hemos podido hacer una foto al Buda esmeralda desde fuera de la estancia en la que se encuentra, ya que desde dentro no dejan hacer fotos, gracias al objetivo nuevo que nos compramos justo antes de este viaje (el Tamron 18-270).
También hemos vuelto a ver el Buda reclinado del templo «Wat Pho», que está muy cerca del Gran Palacio.
Callejeando por ahí, hemos comido en un puesto cercano al río: algo picante (parecía pellejo de pollo) con arroz, unas hamburguesas de carne de cerdo y una sepia rellena también de carne de cerdo. No nos ha gustado mucho, estaba demasiado aceitosillo y picante. Nos han gustado mucho más los pinchitos de pollo que hacen a la brasa en los puestecillos ambulantes y los pinchos de fruta.
Después, hemos hecho un paseo por el río Chao Phraya en un barco-taxi (que tiene varias paradas a ambos lados de este río) y hemos vuelto a la zona donde dormimos para descansar un rato antes de cenar.
Cenamos en Khao San Road, en una terracita muy turística, llena de mochileros extranjeros.
Como menú y para no perder mi aporte de proteínas imprescindible, hemos pedido un bistec de ternera y pechuga de pollo con guarnición, aunque también nos hemos repartido una pizza 4 estaciones para meter algo de hidratos, jejeje! No es muy típico tailandés pero hay que ir alternando las comidas para no irnos la pata abajo, sobretodo con lo sensible que tengo yo la tripa.
Como siempre, vamos buscando wifi por ahí y seguiremos subiendo al blog el viaje, con lo que habrá días que no se actualice y otros en los que de repente aparezcan varios días de golpe. Estad atentos e id mirando en «Mensajes nuevos».
Bueno, por hoy ya está bien de rollo y fotitos, aunque esperamos que os hayan gustado ;).
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8 respuestas a 5 de Agosto de 2009 – Un día en Bangkok