22 de Agosto de 2009 – Islas Perhentian

Desayunamos prontito para ver playas, dar paseos y hacer mucho snorkel.

En las escaleras de la casita

Desayunando en D’Lagoon

Seguimos en nuestra isla pero vamos a cambiar de playa. Hacemos un caminito de una hora a través de la jungla hasta la «Long Beach». En la mitad del camino bajamos unas escaleras, junto a unos molinos de viento, que llevan hasta el mar, para refrescarnos un poco, ya que hace muchísimo calor y no paramos de sudar.

Escaleras al mar

Vistas de D’Lagoon desde la plataforma de las escaleras

Refrescándonos

Pequeña playita cercana a la plataforma de las escaleras

Llegamos a la «Long Beach» medio deshidratados y nos ponemos a comer directamente.

Comiendo en Long Beach

Con todo el kit playero en Long Beach

Como no nos convence mucho para ver pececitos, nos vamos a la Coral Bay que está en la parte opuesta a unos 20 minutos.
Una vez en esta playa, nos ponemos a hacer snorkel hasta quedarnos arrugaitos.

Coral Bay

Truño de mar (está plagado de estos bichejos)

La calavera acuática

Pececito a lunares amarillos

Pececitos

Volvemos a nuestra playa en bote-taxi para ahorrarnos el pateo (30RM=6€). Seguimos remojándonos un rato, duchita para quitar la sal y a cenar.
Durante la cena, el personal de D’Lagoon informa de que han visto una tortuga en la «Turtle Beach» desovando. Nos dicen que la dejemos hacer la puesta tranquila y que en una hora más o menos (sobre las 23:30) podemos ir a verla. No debemos enfocarla con luz a la cara ni utilizar el flash de la cámara.

Vamos todos en manada y la encontramos tapando los huevos. Uno se queda enfocándola por detrás con una linterna para que veamos como va excavando la arena. Se ve que la puesta la ha dejado hecha polvo porque le cuesta mucho ir tapando los huevos.

Tardó algo más de media hora hasta que decidió que ya era suficiente y se dirigió hacia el mar. Aquí el personal ya se ha emocionado: han empezado a tocar a la tortuga, a hacerle fotos con el flash a todo trapo, a enfocarle directamente a los ojos con las linternas. Algunos nos hemos quejado, pero no hacían ni caso. Nos ha dado un poco de pena ver el comportamiento de la gente. Menos mal que estaba cerquita de la orilla y se ha marchado.

Nosotros le hemos hecho alguna foto pero si el flash. Aunque salgan algo peor, no hemos querido molestarla más de lo que ya se le agobia estando todo el mundo alrededor en esa situación.

Tortuga ocultando la puesta de huevos