17 de agosto de 2008 – Takayama

De buena mañana nos vamos a los mercados matinales Miya-gawa y Jinya-mae. Pequeños puestos de verduras, recuerdos y poco más.


Mercado matinal Miya-gawa.


Nos damos un paseo por las calles, algo menos concurridas que ayer, para ver de nuevo las casas del casco antiguo de la ciudad. Vemos casitas antiguas, tiendas de recuerdos y locales de comida. Aquí hay bastantes turistas: nos cruzamos con varios grupos de españoles.

Hay una muñequita/o muy graciosa con la cabeza redonda como una bola, y las manos y pies acabados en punta. Es de color rojo (aunque también la hemos visto en otros colores) y lleva un gorrito negro y un vestidito de color negro. Están por todo Japón pero aquí hay muchas más. Se llaman «sarubobos» y hemos encontrado su significado en una tienda de Takayama, aquí os lo ponemos:

«¿Qué es un sarubobo? El sarubobo significa una cría de mono. Hace mucho tiempo las madres realizaban estos muñecos para que sus niños fueran felices. en la actualidad es apreciado como amuleto por mucha gente.»


Calle de Takayama.


Kitty como un «sarubobo».


Puente Naka.


Alejados del centro, nos dirigimos a dar un paseo más relajado por un distrito de templos, situado en una zona arbolada.
Son pequeños templos, muy bien cuidados que, aún siendo muy recomendables para ver, no visita mucha gente (prefieren pasar la mañana entera en el mercadito).


Distrito de templos Teramachi.


Distrito de templos Teramachi.


Distrito de templos Teramachi (imagen de Buda).


Distrito de templos Teramachi.


Después de tanto paseo nos entró algo de hambre. Hoy toca carne, ternera de Hida (la zona de Japón en la que estamos). Aún no siendo tan conocida como la de Kobe (otro sitio de Japón) es una de las mejores del país.
Vamos a un restaurante donde seleccionamos la pieza de carne que queremos, nos la trocean y nosotros la vamos asando.

¡Qué barbaridad! Una cosa es caerse la baba pero eso era un no parar. No hemos probado carne igual. Me habría comido bandejas al fallo, pero con el trozo que seleccionamos, verduritas varias que ibas cogiendo y postre, nos quedamos bien. El precio: 9000 yenes los dos (no llega a 60 €). Hay asadores de Valencia que son más caros y ni se acercan a lo buena que está esta carne.


Preparado para degustar carne tierna de Hida.


Bandejas de carne (como una de esas era la que nos comimos) y el carnicero.


Saciados de carne (aunque nunca es suficiente hasta que se rebienta), volvemos al Ryokan, habiendo comprado almuerzo para la excursión de mañana a las casitas de Shirakawa-go, y nos tomamos la tarde de descanso.


Ryokan «Rickshaw Inn».



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