Empezamos la mañana con lluvia y con el cielo completamente nublado.
El plan para hoy va a consistir en visitar la playa la Lobería y sus colonias de lobos marinos.
Anter de comenzar nuestro programa de actividades, vamos a hacer unas gestiones relativas al viaje.
En concreto, nos acercamos a las oficinas de la compañía aérea Tame, que tenemos en la misma isla, para reservar un vuelo de Guayaquil a Cuenca, de este modo, el día que nos marchemos de las Galápagos saldremos de San Cristobal a Guayaquil con LAN (vuelo que ya teníamos reservado) para ir después de Guayaquil a Cuenca con Tame. No tenemos intención de quedarnos en Guayaquil por lo que allí sólo haremos escala. En la oficina de Tame reservamos el vuelo por 90$ c/u.
Además, nos acercamos al Banco del Pacífico para cambiar euros por dólares. Estamos teniendo problemas al utilizar las tarjetas en los cajeros, no nos permiten sacar dinero, sólo hemos podido hacerlo en un cajero del Banco de Guayaquil días atrás.
Terminadas las gestiones y tras 45 minutos de caminata por una carretera asfaltada, llegamos a la playa. Aquí, hay que girar a la izquierda y andar un poco más hasta que finalmente vemos los primeros grupos de lobos marinos.
Hace frío y mucho viento, todo está cubierto de nubes e incluso chispea de vez en cuando, aunque ha dejado de llover como esta mañana. Hay muy poca gente en la playa, algún extranjero sentado en la arena en plan relax disfrutando del paisaje y la tranquilidad.
No podemos esperar así que nos ponemos los trajes de neopreno y ¡al agua! Podemos ver bastantes pececillos, varias tortugas y lobitos que se acercan, nos olisquean y juegan a nuestro alrededor.
Ha sido muy bonito y divertido, aunque no hemos tenido más remedio que salirnos porque estábamos temblando de frío.
Descansamos un ratito por la playa mientras nos secamos. No muy lejos vemos unas fragatas picoteando algo entre las rocas, al acercarnos observamos una especie de placenta y, al lado, a un lobo de mar lamiendose el ocico que tiene manchado de sangre. Junto a unas rocas cercanas, encontramos a un lobito recién nacido. Le hacemos unas fotitos con el zoom, sin acercarnos demasiado por si la madre se aleja o lo abandona, y nos marchamos enseguida para no molestarlos.
Como no podemos estar quietos, iniciamos una caminata por un sendero señalizado, que hay continuando la playa, para ver que podemos encontrar.
Conforme vamos caminando, podemos ver varias iguanas marinas bastante grandes.
Llegamos a un impresionante acantilado en el que se agrupan gran cantidad de gaviotas de cola bifurcada junto con otras aves, es una vista espectacular. A mismo tiempo, se escucha el estruendo del mar chocando con la pared de rocas entremezclado con los sonidos de las aves.
Rehacemos el camino, deteniéndonos una vez más donde descansan los lobitos para hacer algunas fotos.
Ya llegando al embarcadero de San Cristobal, seguimos fotografiando a los lobitos que merodean por aquí por si no teníamos suficientes (la verdad es que son muy graciosos).
Hacemos una parada en un supermercado y compramos algunas cosillas para desayunos y almuerzos, mientras vamos planeando donde ir los próximos días.
Además de las excursiones por nuestra cuenta a distintos lugares de San Cristobal, queremos hacer un tour de snorkel, así que nos acercamos al Dive & Surf Club, frente a Casa Mabell donde nos alojamos. Es un club de buceo que organiza cursos y tours de buceo y snorkel. En general, todas las agencias ofrecen el mismo tour de un día: Isla Lobos, León Dormido y una playa, por 50$ c/u. Hay una zona de buceo que parece muy interesante, por lo que hemos visto en algunos foros de viajes, llamada Punta Pitt pero, aunque se ha ofertado otros años, actualmente sólo se puede ir son crucero. Ocurre lo mismo que con Corona del Diablo, se ve que están limitando el acceso a determinados lugares para no masificarlos de turistas, preservando el entorno.
Contratamos el tour por 45$ c/u para el lunes 13 de agosto, pasado mañana. Nos han rebajado un poquito el precio porque llevamos nuestro equipo de snorkel.
Vamos a cenar al Calypso, tanto en la guía como en los foros lo ponen muy bien. Las mesas de dentro y la terraza están a tope, sólo queda una mesa aquí fuera en la que nos apalancamos rápidamente. Pedimos pan de ajo, una hamburguesa especial de pollo, una pizza Calypso mediana y unas aguas minerales. La cena nos sale por 28$ y la verdad es que todo está riquísimo.
Depués de cenar, nos damos el paseito nocturno de rigor por la zona del paseo marítimo antes de irnos a dormir.
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