6 y 7 de agosto de 2008 – Empieza el viaje

Después de un pequeño madrugón hemos salido (el día 6 desde el aeropuerto de Manises) hacia Japón sin ningún retraso en los dos vuelos.

Se nos ha hecho un poco pesada la espera en Munich, y nos hemos tumbado a descansar un rato por unos bancos del aeropuerto. Cerca de las puertas de embarque hay unas maquinitas para que te hagas café o té gratis. Para comer: una salsicha y patatas fritas con cocacola cada uno, costando los dos “supermenús” el módico precio de 17,50€ !

Tomando té en Munich

Llegamos al aeropuerto de Narita (en Japón) a las 03:15h del 7 de agosto hora española. Pero claro como aquí son 7 horas más, realmente hemos llegado a las 10:15h de la mañana. Pues nada, no era cuestión de dormir ya que hay que aprovechar el tiempo.

Nada más llegar al aeropuerto japonés, hemos canjeado el Japan Rail Pass. Es un billete que compramos en España y que se canjea en Japón: permite durante un periodo de tiempo determinado, según lo que pagues, viajar por el país nipón en las líneas JR sin límite de uso de estos trenes. El billetito en cuestión cuesta 350€ cada uno para un uso de 21 días. Lo hemos activado para utilizarlo del día 9 al 29 de agosto. También cambiamos dinero (1€ = 163,80 ¥, vamos que un yen es como si fuera una peseta).

Después a buscar el Hotel toca. La reserva, como todas, la hizo Sandra por email. Cogemos un tren Keisei Limited Express del aeropuerto hasta Ueno (1000¥ c/u) y luego el metro (160¥ c/u) hasta la parada más cercana a donde dormimos.

En el Ryokan Toukaisou de Tokyo (ahí intentaremos dormir)

La reserva estaba bién y nos han dado la habitación (7000 ¥ la noche). Es tipo japonés con futon en el suelo y muy básica. Realmente lo que queremos es una habitación que esté limpia y en la que se pueda dormir. Dejamos las mochilas y a sudar por las calles de Tokio. Hace un calor que no es normal!!! Si en Valencia la humedad es del 65% más o menos, aquí es un 80%, imaginad si se suda.

Vemos en la zona de Ueno: un parque con templos y flores de loto (es una de las pocas zonas de Tokio donde se pueden ver indigentes). Sigue haciendo calor y vamos chorreando por ahí, así que vamos a comer a un bar de la zona comercial Ameyoko.

Por la tarde aprovechamos para ver la zona de Asakusa (donde está el Ryokan en el que dormimos). Es un barrio antiguo, siendo su principal atractivo el templo Senso-ji y las callejuelas de pequeños comercios. Lo hemos visto ya de noche, con menos gente e iluminado, resultando así más bonito.

Bueno, os dejamos ya de parrafada, nos vamos a dormir. Iremos actualizando nuestras andanzas poco a poco, con nuevos comentarios, actualizando los ya publicados y con nuevas fotos y curiosidades. Ahora a dormir que estamos muy cansaditos! A ver si escribís algo vosotros. Besos y abrazos!